JABÓN CASERO ARTESANAL

Este blog está dedicado al jabón casero, artesanal y natural. Después de meses de practicar y perfeccionar esta afición ya no tan nueva, me he decidido a compartir lo que sé y a enseñaros los resultados...

martes, 28 de mayo de 2019

Cuánto tiempo sin hacer jabones...Para recuperar fuerzas y calentar motores...Nada mejor que el clásico jabón de coco y oliva, sin ningún colorante o aroma adicional. Os recuerdo la receta.




INGREDIENTES para unos 18-20 jabones medianos.

800g de aceite de oliva (puede ser virgen extra, virgen o mezcla. En esta ocasión lo hice con virgen extra)
200g de aceite de coco virgen extra (importante por sus propiedades y por el aroma)
350g de agua destilada
140g de sosa cáustica en perlas.

ELABORACIÓN:

Unimos ambos aceites en un bol bien grande (los aceites deben ocupar como máximo la mitad de su capacidad). Si es necesario, debemos fundir previamente el aceite de coco a fuego muy suave para que se vuelva líquido.

Nos ponemos los guantes.

Disolvemos la sosa en el agua. Para ello, iremos echando con mucho cuidado las perlas de sosa en un recipiente con el agua, al tiempo que movemos con una espátula o palo (yo uso un palo de madera). Seguimos removiendo durante unos 3 minutos; notaremos que la disolución se calienta y que se vuelve transparente. Esta operación la haremos al aire libre o junto a una ventana abierta, y si somos sensibles utilizaremos mascarilla y gafas protectoras. Nunca hay que respirar directamente los vapores que produce; apartar siempre el rostro del recipiente mientras lo sujetamos firmemente para evitar cualquier accidente. LA SOSA QUEMA LA PIEL. TENDREMOS SIEMPRE UNA BOTELLA DE VINAGRE ABIERTA Y DESTAPADA A MANO Y, EN CASO DE SALPICARNOS SOBRE LA PIEL, LA ROCIAREMOS CON ÉL.

Dejaremos la disolución en reposo unos 7-8 minutos para que se temple, ya que si los aceites y la sosa están a temperaturas muy diferentes pudiera ser que el jabón se nos cortara.

Ahora verteremos con muchísimo cuidado la disolución de sosa en el bol con los aceites. Tomaremos nuestra batidora de brazo, la sumergiremos en el bol, enchufaremos (por este orden) y le daremos al botón sin mover la varilla y con una velocidad moderada. Haremos pequeños parones durante los cuales removeremos brevemente en círculos como haríamos con una espátula, y seguiremos batiendo-parando-moviendo. Hay que procurar a toda costa no salpicar; recordad, siempre vinagre a mano.

Cuando veamos que la mezcla ha tomado la consistencia de unas natillas, ya hemos conseguido la traza y podemos verter nuestra mezcla (para esta cantidad conviene traspasarla del bol a un recipiente con pico vertedor, en dos tandas) en los moldes elegidos.

Ahora solo queda esperar a que el jabón siga su curso.Primero es amarillento y translúcido, pero poco a poco se va volviendo opaco y más blanquecino. Al mismo tiempo, va tomando consistencia hasta que se endurece totalmente. Si se usan moldes de silicona, que facilitan mucho el desmoldado, prácticamente a las 24 horas se pueden desmoldar.

El jabón debe "curarse" al menos durante 30 días para poder usarlo. A lo largo de este tiempo lo podemos mantener sobre una tabla y bandeja y darle la vuelta de vez en cuando.

martes, 3 de junio de 2014

ALGUNAS COSAS INTERESANTES...

¡Hola a todos! Miles de gracias a todos los que han seguido este blog y han ido enviando comentarios constructivos durante toooooodo este tiempo...en el que el blog ha estado detenido.

Como habréis visto, hace unos días he vuelto a la carga con nuevos jabones. Había pasado mucho tiempo sin añadir ninguna entrada, por diversas circunstancias personales. Y aun así...los seguidores de este blog han ido aumentando y, de los diferentes blogs que llevo, es el más visitado.

Durante todo este tiempo...la verdad es que he hecho poco jabón, y cuando lo he hecho ha sido con prisas y sin tiempo para añadirlo al blog. Ha influido, sin duda, que me he embarcado en otro blog además del que antes tenía...e incluso en un canal de YouTube, dedicados ambos sobre todo a la cocina.

Sin embargo...este blog jabonero bien merece no perecer, ¿no creéis? Además, ya que como dicen "renovarse o morir"... os anuncio algunos cambios que me comprometo a mantener, inspirados por los comentarios que he recibido.

Ante todo, muchos de vosotros me pedís la receta de algunos de los jabones que he colgado sin ella. Estoy de acuerdo; por lo tanto a partir de ahora publicaré todos los jabones con receta. Así las personas a las que sea difícil comprarlo por vivir lejos de España u otros motivos (o simplemente las que prefieran hacer a comprar) dispondrán de la receta.

Otra cosa: también tengo muchos comentarios que me preguntan dónde pueden conseguir las materias primas para los jabones online. Si me dejáis algo de tiempo, me comprometo a hacer una especie de dossier de páginas que son de mi confianza; sin que ello signifique publicidad que me reporte ningún beneficio, por supuesto...

Entonces...Eso era todo. Hasta la próxima entrada del blog...que será pronto.

lunes, 26 de mayo de 2014

JABÓN DE SAL MARINA

El jabón de sal ha sido llamado también jabón de balneario o jabón de spa y tiene dos características que chocan bastante si no estamos familiarizados con él: lleva una gran cantidad de aceite de coco (a veces incluso el 100 por cien) y mucha sal. Y cuando digo mucha sal...es mucha. Se obtiene un jabón duro, con capacidad de generar mucha espuma y también algo quebradizo. Con él, la ducha se convierte en un tratamiento vigorizante al principio y relajante al final. La sal, siempre una buena sal marina por supuesto, contiene minerales como magnesio, zinc, calcio, potasio y yodo, los cuales tienen probadas propiedades terapéuticas para nuestros músculos y nuestra piel.
Con el jabón de sal podemos limpiar, exfoliar y desintoxicar nuestra piel, además de reducir el estrés y meorar la circulación de la sangre. Y, por supuesto, todos conocemos las propiedades antisépticas y desinfectantes de la sal.

Es un jabón especialmente adecuado para pieles normales o grasas y no debe ser usado por las muy maduras o delicadas, ya que es ligeramente resecante y además tiene una textura gruesa, como el exfoliante más efectivo.

Para que estos jabones no resequen drásticamente la piel se recurre a un sobreengrasado que parece desproporcionado, de hasta un 30 por ciento. Es decir, que este jabón lleva un 30 por ciento más de grasa de la que sería habitual en relación con la sosa. O, para decirlo de otra manera, en este jabón 30 gramos de aceite de cada 100 no saponifican, y por lo tanto se destinan sólo a hidratar nuestra piel. En la fórmula que os doy ya se incluye este sobreengrasado sin necesidad de añadir más aceites en la traza.

Úsé aceite de girasol para evitar la extrema dureza que este tipo de jabones suelen adquirir nada más hacerse, la cual muchas veces dificulta verterlos en los moldes o incluso cortarlos si no es inmediatamente. A mí me solidificó de manera paulatina y normal, y creo que fue gracias al aceite de girasol.







Fórmula en gramos

Coco 85
Ricino 10
Girasol 5

Hidróxido de sodio 12
Agua destilada 32

Sal marina 85g

La sal se añade en la traza.

JABÓN DE NEEM

Este jabón es súper cremoso y está hecho mediante el proceso en caliente, que sólo se diferencia del proceso en frío en que la mezcla se saponifica muy rápidamente (el día de la elaboración) gracias a una suave cocción, con lo cual no hay que esperar prácticamente nada para usarlo.
La verdad es que este jabón fue todo un experimento tanto por los igredientes como por su elaboración, pero ya veis...sólo puedo mostraros una pastilla, la que me queda, porque los repartí pronto.
El aceite de neem le da un carácter especial que quizás no guste a todos. Su intenso olor podríamos decir que mata todo el aroma que podamos añadirle; de hecho yo usé 50 gotas de aceite esencial de geranio y aun así lo que domina en el jabón es el olor a neem.
Este jabón, por su cremosidad, es también adecuado para el afeitado.






Ya veis en las imágenes que es un jabón de textura rústica...eso lo suele conllevar el proceso en caliente, ya que el jabón al cocerse suele solidificarse e incluso apelmazarse un poco, y más que verterlo en los moldes lo tenemos que embutir en los mismos.

Fórmula en gramos

Oliva virgen en forma de oleato de hierbas 150
Coco 50
Almendra dulce 50
Neem 50
Girasol refinado 20
Argán 20

En la traza (antes de cocer el jabón): 1 cucharadita de argán, 1 cucharadita de neem, 2 cucharaditas de glicerina vegetal, 30-50 gotas de aceite esencial de geranio de rosa

Las cantidades de agua y sosa las podéis obtener con cualquier calculadora de jabón online.

JABÓN HIDRATANTE PARA BAÑO Y TOCADOR

Esta vez le he dado un toque refinado a las pastillas usando un molde de silicona con una bonita forma de flor. Estos jabones, con un peso medio de 75g por pieza, son especialmente hidratantes gracias a los aceites de almendra, argán y oliva.
Como novedad, es la primera vez que utilizo aceite de ricino en un jabón, un poco en sustitución del aceite de coco que tiene propiedades similares en cuanto a generación de espuma y dureza.
Os doy la fórmula exacta al final de esta entrada por si lo queréis hacer; el método de elaboración es el habitual del proceso en frío.






Con las cantidades que doy salen exactamente el número de piezas que veis en la foto; este jabón todavía se está curando y estará disponible para su uso a mediados del próximo mes de junio.

Fórmula en gramos

Oliva virgen 500
Ricino 100
Almendra dulce 50
Girasol refinado 50
Coco 30
Argán 20

Agua destilada 242
Hidróxido de sodio 94

Como aromatizante, aceites esenciales al gusto

sábado, 4 de agosto de 2012

JABÓN LÍQUIDO MULTIUSOS PARA LA CASA

Quiero compartir con vosotros mi último descubrimiento: la verdad es que estoy un poquillo orgullosa si se puede decir así, porque el proceso ha sido idea mía.
El caso es que siempre suelo tener lecitina de soja en la despensa y la tomo habitualmente sobre todo porque tiene mucho fósforo. Yo sabía que la lecitina se utiliza en alimentación como emulsificante en cremas, mousses...para que se unan fácilmente ingredientes que tienen tendencia a mantenerse separados.
El jabón líquido yo siempre lo he hecho refundiendo (como por ejemplo mi Jabón en crema de tocador con rosas). Para hacer jabón de tocador está bien, porque basta poca cantidad, pero para hacer jabón multiusos para la casa (lavadora, fregasuelos, limpieza de baño y cocina...) sería engorroso estar siempre fundiendo tanto jabón, ya que se gasta con más facilidad.
Una opción es hacer jabón sustituyendo el hidróxido de sodio por hidróxido de potasio...pero la verdad, no sé por qué no me decidía a buscar este ingrediente. Así que seguí el consejo de una amiga, que había tomado la idea de Ecodaisy, y recurrí a mezclar simplemente mi jabón de Castilla (jabón de oliva)  con agua.Pero sustituí el proceso de calentar el agua y remover para evitar grumos...por la adición de lecitina de soja.
Me ha funcionado muy bien: lo que hago es rallar el jabón y ponerlo  en una garrafa o botella con la proporción adecuada de agua (tampoco hay reglas fijas, sólo que nos saldrá más o menos concentrado y luego usaremos más jabón o menos). El agua la pongo fría directamente del grifo, luego añado una cucharada de lecitina de soja por cada dos litros de agua, agito (más por gusto que por nada) y lo pongo al sol. No sé si hace falta o no ponerlo al sol, pero como a mí me va bien lo hago. De vez en cuando cuando salgo a la terraza y veo la garrafa me acuerdo de ella y la agito, le doy la vuelta.... A los dos días máximo tengo un jabón líquido totalmente uniforme, no se ve en él ningún grumo ni trocito de jabón flotando...y además el color es estupendo, parece jabón de Marsella del que venden
Os lo enseño:

No sé qué os parecerá la idea, a mí me va muy bien y lo uso prácticamente para todo, aunque el método de Ecodaisy también es estupendo; os recomiendo que visitéis a menudo su web o su canal de YouTube; sus consejos no tienen desperdicio.

Si queréis saber cómo usar este jabón, pinchad aquí. Es mi otro blog de jabones, echadle un vistazo sin ningún compromiso...y gracias a todo el mundo que me lee y especialmente a los que se han hecho seguidores de este blog. El otro es casi todavía un proyecto...pero lo he creado gracias al ánimo que me habéis dado vosotros.

JABÓN SUAVE CON MANTECA DE KARITÉ

Este jabón está todavía recién desmoldado y cortado, así que las fotos no muestran su aspecto definitivo. Y como es la primera vez que lo hago, no tengo idea de cómo quedará: si blanco u oscuro, si duro o blando. Lleva una serie de aceites y mantecas muy beneficiosos para la piel,  además de aloe vera, así que estoy segura de que merecerá ser llamado jabón suave.
 Está sobreengrasado; esto significa que tiene un poquito más de aceite del que se necesitaría para hacer un jabón que sería ya bueno, pero quizás no tan hidratante para la piel. Cuando lo he probado hoy después de desmoldarlo (ya sabéis, la técnica de la punta de la lengua...) me ha sorprendido porque no picaba nada; garantía de que no va a tener un exceso de sosa, sino más bien lo contrario: dominará el aceite, con los consiguientes beneficios para la piel.
La idea es que sirva para un triple o incluso cuádruple uso...Jabón corporal y hasta facial por la suavidad de sus ingredientes, jabón para afeitar o depilar con cuchilla porque contiene caolín y aloe vera, y (veremos si en esto  tengo éxito) champú sólido por su gran poder acondicionador.


Los ingredientes que lleva, en las proporciones exactas, son los siguientes (para aproximadamente 500g de jabón):

Aceite de oliva virgen extra, 36g
Aceite de coco, 36g
Aceite de almendras, 73g
Aceite de cáñamo, 36g
Aceite de canola, 36g
Aceite de jojoba, 22g
Manteca de karité,  36g
Manteca de cacao, 36g
Aceite de argán, 15g
Arcilla blanca (caolín), 11g
Gel de aloe vera puro 99%, 7g (como es comercial, el 1% corresponde al conservante)
Lecitina de soja, 7g
Hidróxido de sodio, 41g
Agua destilada, 107g

Una parte de los aceites más valiosos se la he puesto en la traza (es decir, fuera ya de la reacción básica entre  grasas y sosa); lo que he hecho es juntar después de pesarlos el aceite de jojoba, argán, karité  y almendras, y a esta mezcla le  he "robado" 15g para ponerla en la traza.

Os enseño un poquito el proceso:

Batiendo la mezcla de la solución agua-sosa con los aceites y mantecas previamente calentados más el aloe. La traza se formó muy fácilmente, casi no tuve que batir.

Esto es lo que añadí después de formarse la traza: los aceites y manteca reservados mezclados con la lecitina de aloe, la fragancia de vainilla, las vainas de vainilla natural troceaditas y la arcilla blanca. La lecitina la quise disolver a fuego bajo en una cantidad mínima de agua; se disolvió un poco pero no del todo, así que al cortar el jabón se aprecia un poco.


Aquí estoy añadiendo estos aditamentos, pero sin batir, sólo usando la batidora como espátula. Se ve un poco grumoso por la lecitina de soja.


Y luego el envasado. El jabón estuvo tres días tapado con una manta, y la parte superior de cada envase cubierta con papel encerado tocando el jabón, para evitar que entrase en contacto con el aire.Aquí lo vemos todavía recién vertido:


 A las 24 horas ya lo he desmoldado,  ha sido un poco riesgoso, porque estaba bastante blando, pero ya tenía consistencia:





Para mi gusto queda muy bonito con los trocitos de vainilla repartidos. Cuando esté curado y listo para usar actualizaré esta entrada para enseñároslo, y lo probaré para evaluarlo...y a ver qué dicen también los que se animen a probarlo.