Es un jabón blanco que hago en diferentes formatos: en barra que luego corto en pastillas rústicas, en forma de corazón, pastilla fina... la lavanda es un aroma clásico y un valor seguro, agradable a los sentidos además de útil por sus conocidas propiedades antisépticas y desinfectantes. Introducido en un jabón de nuestro armario, este jabón perfumará sutilmente nuestra ropa y surtirá el efecto de un ambientador.
Mi jabón de lavanda contiene aceite de oliva, de coco, girasol, maíz y ricino. Para perfumarlo le añado aceite de espliego o lavanda (son dos variedades de la misma planta) y sus flores secas.
El aceite de coco y el de ricino le confieren una especial capacidad para hacer espuma, lo que siempre es un placer.
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